El tablero de ajedrez es un campo de batalla justa, sobria y pacífica, en el cual la mente prevalece. Gracias a la ayuda de un excelente Chess Coach, pudimos crear esta mini guía con la cual comprenderle lo mejor posible, ya que es mucho más de lo que a simple vista contemplamos.
El tablero de ajedrez
Este cuadrado está compuesto por 64 cuadrados pequeños que se denominan casillas, que en su horizontal y vertical mantiene 8 posiciones; 32 de ellas son claras y otras 32 obscuras.
Una partida convencional de ajedrez requiere de dos oponentes o ajedrecistas, aunque las tecnologías de los últimos 30 años han pasado de los tableros físicos electrónicos a las aplicaciones para dispositivos móviles o de escritorio; por igual, ambos sitúan uno a cada lado del tablero.
El tablero de ajedrez ha de colocarse de forma que la casilla del ángulo derecho del mismo sea blanca.
Columnas, líneas y diagonales en el tablero de ajedrez
Estos son los diferentes trazados de líneas realizables sobre el tablero de ajedrez:
Columna (C): Se denomina así a cada 1 de las 8 filas de casillas que van de un lado del tablero próximo a un jugador hacia el otro lado que por igual, al otro jugador le quedará próximo. Se identifican como filas verticales.
Línea (L): Es cada 1 de las filas de casillas que van de un lado al otro del tablero, siempre en dirección horizontal, por lo que se denominan filas horizontales.
Diagonal (D): Son esas filas de casillas con el mismo color, las cuales están unidas por sus vértices. Se identifican como filas diagonales.
El tablero de ajedrez: Algunas Características
Cada casilla del tablero recibe un valor alfanumérico o coordenada, formado por la combinación de la letra de la columna (de la A a la H) y el número de la fila (del 1 al 8) en la que se encuentra.
Está dividido en tres regiones:
El centro, área formada por las 16 casillas centrales, donde se concentra la mayor parte de la acción.
Las dos alas, que son las áreas laterales del tablero, donde se sitúan los peones y las torres.
El tablero de ajedrez se elabora en diferentes materiales, como madera, plástico, metal, mármol, vidrio o cuero.
Dichos tableros de cuero son, desde hace décadas, los más codiciados por los jugadores más empedernidos y coleccionistas por su alta calidad; los importan desde Italia.
En Hispanoamérica existen opciones más económicas manufacturadas en cuero artificial, ideal para zonas rodeadas de naturaleza y/o de clima templado.
Sinopsis histórica
El tablero de ajedrez posee una historia llena de cambios positivos. Según los historiadores, este se originó en la India a partir del juego llamado Chaturanga, jugado en un tablero de 64 casillas monocromáticas, el cual se extendió por Asia y llegó a Persia, donde se adaptó y se bautizó Shatranj, siendo la variación más destacada la del color alternado de las casillas y algunas variaciones en las piezas.
El Shatranj se difundió por el mundo árabe y Europa, donde recibió cambios en las reglas y el diseño del tablero.
Fue en el siglo XVI cuando el ajedrez moderno empezó a tomar forma, gracias a la adición de la dama y el alfil como piezas poderosas y la notación alfanumérica con la cual se identifica a cada casilla.
El siglo XIX fue el real boom y consolidación del ajedrez y en honor a ello se estandarizaron tanto las piezas como el tablero de ajedrez.
En 1849 fue creado el modelo Staunton de piezas, que aún se utiliza en los torneos oficiales.
El tablero también se normalizó con las medidas y colores que conocemos en la actualidad, convirtiéndose así en un símbolo universal de la inteligencia, la estrategia y la cultura; incluso, mostrándolo sin las piezas, se entiende que en él, toda victoria se puede lograr con pensamiento, sacrificio y paciencia.