Perú tiene una amplia historia en el área de la política, todos derivados por su deseo de ser independientes de la corona española. Las contadas conspiraciones que se vivieron en Lima, fueron propiciadas por un pequeño sector de criollos separatistas. Sin embargo, la mayoría de los criollos tenían cargos burocráticos altos y no les convenían las luchas separatistas, por eso contribuyeron a diluir dichos levantamientos.
Por otro lado, las conspiraciones y rebeliones en las provincias fueron mucho mayores. Esto se debe a que no contaban con los privilegios coloniales que tenían en Lima. Es por ello que aquí había un mayor número de los llamados separatistas.
Conspiración de los Hermanos Silva y Antonio María Pardo
En el año 1809 se planeó un alzamiento en el que estuvo involucrado Antonio María Pardo, que era un español que vivía en el Perú. En este también estaban involucrados Remingo Silva, un comerciante, Mateo Silva, abogado y Juan Sánchez Silva, un pariente. Sin embargo, después se unieron diferentes personalidades del pueblo. Lo más llamativo de esta conspiración fue que era liderada por un español
Sin embargo, en una noche de 1809, los principales dirigentes del plan fueron sorprendidos en sus camas y puestos en cárceles. Esto desencadenó en un prematuro fracaso.
La Conspiración de Francisco de Paula Quiros y Juan Pardo de Zela
Transcurría el año 1814, cuando el joven Francisco de Paula Quiros, un renombrado abogado que apoyaba a los criollos limeños propuso una conspiración. Sin embargo, Juan Pardo de Zela, un teniente coronel encarcelado por su participación en la lucha del Alto Perú, ayudó a concretar la planificación del movimiento.
El plan consistía en comenzar un levantamiento en Lima que, finalmente, terminara en una lucha, esto era propicio porque muchas tropas habían ido a detener alzamientos en otras provincias del Perú y Lima estaba casi desprotegido. No obstante, este no se llevó a cabo debido a los aplazamientos y contradicciones que surgieron. Adicional a ello, el Virrey, enterándose de esto, encarceló a muchos voceros de este plan.
El plan Subversivo de Aguilar y Ubalde
En el año 1805, el dueño de minas José Gabriel Aguilar y el abogado Manuel Ubalde fueron los responsables detrás del plan subversivo citadino. El plan consistía en que se apoderaran del Cuartel y de las arcas reales, nombrando Emperador al Inca José Gabriel Aguilar, al mismo tiempo que cuatro mil indios rodeaban la ciudad.
Esto no funcionó debido a que Aguilar le había propuesto a Mariano Lechuga que se uniera al movimiento, contándole todo el plan. Este lo traicionó, llevándolo ante la justicia española y ambos responsables fueron ahorcados. Los demás participantes fueron encarcelados o desterrados.
La Lucha del Pueblo Huanuco: Patahuanas, Humalies y Conchucos
Durante el año 1812, en Huánuco se desarrolló una gran lucha indígena en la que también formaron parte algunos criollos. Esta fue desembocada debido a la brutal explotación que estaban sufriendo los indígenas, lo que originó un profundo descontento, que fue apoyado por distintos alcaldes indígenas de varias comunidades y fueron los responsables de convertirlo en una fuerte lucha.
Entonces, el 22 de febrero los indígenas de distintas localidades se armaron con palos, piedras y algunas escopetas rodearon Huánuco. Lograron hacer que las autoridades huyeran de la ciudad, por lo que también se unieron criollos y mestizos a la causa.
Sin embargo, el 17 de marzo en Lima fueron derrotados pese a la ardua lucha que ofrecieron. Debido a estos, las autoridades volvieron a Huánuco y asesinaron a todos los indígenas a sangre fría.
La Conspiración de Gómez, Alcázar y Espejo en el Callao
Transcurría el año 1818 cuando José Gómez, Juan Barbosa y Nicolás Alcázar lideraron la conspiración más osada y decisiva en la historia. El plan era tomar la fortaleza Real de Felipe del Callao, que era la más segura que había en América y luego aplicar la insurrección. Formaron parte de ello la mayoría de los prisioneros de la Cárcel Casas Matas que estaban ubicados en el sótano de la Fortaleza Real Felipe.
La noche del 21 de Julio todo estaba listo y parecía que todo saldría bien. Los prisioneros estaban preparados y los conjurados de Lima ya estaban en el Callao. Sin embargo, un traidor de apellido Escobar fue el que habló y delató a los conjurados, concluyendo en el apresamiento de Gómez, Alcázar y Espejo, los demás pagaron penas diferentes.
El Levantamiento de los Hermanos Angulo y el brigadier Pumacahua en el Cuzco
En 1814 un levantamiento anticolonial mucho mejor planificado, dirigido y enfocado correctamente se hizo presente en Huamanga, La Paz y Arequipa. En este hubo una variación social en la que se conectaron diferentes sectores, entre los que estaban los mestizos, las masas indígenas, los criollos de provincia y los caciques.
Todo este levantamiento inició en Cuzco, en donde se apresaron a las autoridades y se inició una junta que tenía como objetivo obtener el apoyo de mestizos y negros para formar un ejército. Todo esto fue dirigido por los hermanos José y Vicente Angulo. Había tres frentes de lucha: Arequipa, Alto Perú y Huamanga.
Un ejército se dirigió a Huamanga, donde fueron interceptados por los realistas y, cuando nuevamente intentaron atacar, fueron derrotados y apresados. En el caso del Alto Perú, apresaron rápidamente a las autoridades coloniales, pero luego fueron atacados por los realistas y derrotados. Luego, en Arequipa, el ejército dirigido por el Brigadier Pumacahua tuvo una brillante victoria, pero ante el contraataque, fueron derrotados y en el proceso, asesinaron a Pumacahua. Los hermanos Angulo fueron fusilados en Cuzco.
La lucha del pueblo de Tacna
En 1813 en Tacna habían ocurrido grandes conspiraciones que habían sido retenidas. Durante este tiempo, se planeó una insurrección general en toda la región por los hermanos Juan Francisco, Enrique Pallardelle y Julián Peñaranda. El 3 de octubre se apoderaron de los cuarteles y del pueblo, pero los coloniales planearon un contraataque casi de inmediato.
Inmediatamente, el plan se cayó debido a que los insurrectos fueron vencidos por los coloniales.
Los levantamientos y rebeliones por la independencia fueron muchos, pero solo algunas lograron tener victorias parciales. Las luchas fueron brutales en la búsqueda de la libertad.